Por la Dra. Sheila Modir, psicóloga pediátrica; Baleska Alfaro, terapeuta matrimonial y familiar con licencia; y las Dras. Ava Casados y Sarah Ruiz, becarias de posdoctorado en CHOC.
Para algunas personas, programar una cita con un profesional de la salud mental puede ser una decisión personal e independiente. Para otras, su cultura o comunidad pueden influir en la decisión de buscar servicios de terapia, ya que cada cultura tiene su propia comprensión, interpretación y creencias en torno a los síntomas de salud mental.
Nuestra propia cultura también nos enseña formas de afrontar las dificultades de la vida y en quién confiar para recibir apoyo en esos momentos difíciles. Esto puede influir en la decisión de una persona de buscar servicios y tratamiento de salud mental o de no buscar atención en absoluto.
En muchas culturas, el estigma negativo asociado a los síntomas de salud mental o a los servicios de terapia es un obstáculo importante para obtener ayuda profesional. Las investigaciones demuestran que las personas de grupos raciales y étnicos minoritarios en los Estados Unidos son menos propensos que los blancos a buscar servicios de terapia. Muchos grupos étnicos minoritarios se sienten más cómodos acudiendo a sus médicos de atención primaria o a sus familiares para recibir ayuda con sus síntomas de salud mental que hablando con un profesional de la salud mental. Todos queremos ser aceptados por nuestras comunidades y, a veces, el miedo a la vergüenza o al bochorno les impide a las personas buscar tratamiento de salud mental.
Por ejemplo, las familias negras pueden mostrarse reacias a buscar terapia de salud mental debido al historial extensode discriminación, racismo y maltrato que su comunidad ha sufrido a manos de profesionales en los Estados Unidos.En su lugar, tienden a usar un enfoque activo para enfrentar adversidades de forma independiente y directa. También tienden a confiar más en los recursos espirituales para recibir apoyo emocional. Si bien estas creencias y enfoques son válidos, una visión excesivamente negativa acerca de la terapia puede impedir que los niños que sí necesitan un mayor nivel de atención reciban esa ayuda.
Los estudios demuestran que las familias latinx (referencia de género neutro a una persona de identidad cultural o étnica latinoamericana en los Estados Unidos)también son menos propensas a confiar en los profesionales de la salud mental en comparación con las familias blancas y es más probable que confíen en el apoyo social de la familia extendida y de otros miembros de la comunidad. Cuando las personas latinx llegan a contarles a otros sus experiencias relacionadas con el estrés o las dificultades emocionales, a menudo se enfocan en los síntomas físicos (como, por ejemplo, problemas para dormir o pérdida de apetito) y es menos probable que hablen sobre los pensamientos o sentimientos que les molestan.
En el caso de las comunidades asiático-americanas y de Oriente Medio, las creencias culturales de que buscar tratamiento de salud mental traerá vergüenza y deshonor a la familia llevan a algunas personas a internalizar sus síntomas en lugar de buscar terapia. Muchos niños asiático-americanos han descrito sentirse presionados para parecer perfectos y exitosos y, por lo tanto, ocultan sus síntomas. En el caso de los adolescentes estadounidenses de Oriente Medio, las investigaciones han determinado que tienden a buscar el apoyo de otros miembros de la familia y de la comunidad religiosa.
Si bien estas creencias y enfoques son válidos, una visión excesivamente negativa acerca de la terapia puede impedir que los niños que sí necesitan un mayor nivel de atención reciban esa ayuda.
Estos ejemplos son amplios, pero ilustran solo algunas de las razones por las que los niños de minorías étnicas tienen muchas menos probabilidades de recibir terapia cuando la necesitan. En última instancia, es responsabilidad del sistema de salud mental y médica hacer que los servicios sean más accesibles para las familias desatendidas e promover el cambio para combatir los mitos sobre el estigma asociado a los síntomas y al tratamiento de la salud mental. Los padres también pueden desempeñar un papel importante a la hora de examinar las propias creencias culturales de su familia en cuanto al tratamiento e identificar formas de apoyar para que sus hijos reciban ayuda especializada siempre que la necesiten.
Cómo nuestra comunidad puede acabar con el estigma asociado a la salud mental
Entonces, ¿cómo podemos nosotros, como padres, profesionales de la atención médica y comunitaria, empezar a trabajar para eliminar el estigma que rodea a los trastornos de salud mental y el acceso a los servicios de salud mental? Después de todo, uno de cada cinco niños presenta un trastorno de salud mental.
Aquí hay algunos consejos que pueden ayudar a nuestros hijos y familias a sentirse más cómodos a la hora de identificar, hablar, gestionar y acceder a los servicios de salud mental.
Buscar información confiable
Un primer paso que podemos dar para acabar con el estigma asociado a la salud mental es buscar información confiable y precisa sobre los trastornos de salud mental, las opciones de tratamiento y los recursos en nuestra comunidad. Las fuentes confiables pueden incluir, entre otras:
- Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales
- Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias
- Agencia de Atención Médica del Condado de Orange
- Educación y servicios de salud mental de CHOC
Cuando hable con niños sobre salud mental, utilice recursos que sean apropiados para su edad y que despierten su interés. A un niño pequeño pueden resultarle útiles los libros, mientras que un niño mayor puede preferir obtener información en línea. Revise recursos con su hijo para ayudarle a encontrar fuentes confiables de información y evite las populares plataformas de medios sociales como única fuente de información. ¿No está seguro de cómo empezar? He aquí algunos recursos para niños:
- OK2Talk.org
- Comunidades de Sesame Street
- Guías de Hablemos sobre ello de CHOC para iniciar conversaciones sobre salud mental
Utilizar un lenguaje apropiado
Los recursos que se mencionaron anteriormente pueden ayudarle a comprender cómo hablar con sus hijos sobre los problemas de salud mental y también a cómo disipar los mitos sobre este tema que puedan haber oído acerca de las condiciones y el tratamiento de salud mental. Utilizar un lenguaje correcto puede reducir la vergüenza o el sentimiento de culpa que usted o sus familiares y amigos puedan tener sobre la salud mental y puede crear un espacio que les facilite a los niños y adolescentes hablar abiertamente sobre sus propias luchas y buscar ayuda.
Las celebridades hacen que las condiciones de salud mental sean normales
Dado que son muchas las personas que sufren y sobrellevan los síntomas relacionados con condiciones de salud mental, no es difícil encontrar una celebridad o una figura pública reconocida, que su hijo admire, que tenga una condición de salud mental. Podemos utilizar ejemplos de celebridades o figuras públicas para ayudar a normalizar las condiciones de salud mental y el acceso a sus tratamientos. Nuestros hijos estarán más dispuestos a hablar sobre su salud mental y a probar servicios de salud mental si saben que su cantante, actor o atleta favorito también vive con un diagnóstico de salud mental.
Aprender a explicar la condición de salud mental de su hijo a su sistema de apoyo y a la comunidad.
Una vez que tengamos información precisa sobre el diagnóstico de salud mental de nuestro hijo y su plan de tratamiento, podría ser útil compartir esta información. Si compartimos información sobre salud mental con nuestras familias, escuelas o lugares de culto, así como con otros miembros de nuestro sistema de apoyo, cada uno de ellos podrá comprender mejor la salud mental del niño y cómo maneja los síntomas. Compartir información también puede ayudar a aumentar la empatía y el apoyo para el bienestar del niño.
Buscar apoyo en su comunidad
Es posible que los niños y adolescentes con condiciones de salud mental no conozcan a ninguna otra persona con un diagnóstico similar, lo que puede afectar su autoestima. Especialmente para los adolescentes, encontrar apoyo en una comunidad en línea puede ser una forma útil de hablar abiertamente sobre su afección de salud mental. Los padres también pueden beneficiarse de conocer a otros padres con hijos con condiciones de salud mental, ya que esto puede permitirles a las familias encontrar un sentido de comunidad o apoyo. Su división local de la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales ofrece grupos de apoyo entre pares para padres y personas con condiciones de salud mental.
Promoción
Participar en la promoción es otra forma en que los padres y los miembros de la comunidad pueden ayudar a acabar con el estigma asociado a la salud mental. Organizaciones como la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales participan en el desarrollo y el cambio de políticas utilizando las historias de las personas. La promoción puede ayudar a crear conciencia sobre temas importantes en materia de salud mental, así como ayudar a acabar con el estigma. También podría tener efectos positivos para quienes participan en la promoción, ayudando a desarrollar un sentido de solidaridad y propósito común.
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