La palabra “cáncer” suele provocar muchas emociones, como miedo, confusión y tristeza, no solo en la persona que recibe el diagnóstico, sino también en quienes la quieren y cuidan. Un diagnóstico de cáncer suele afectar el funcionamiento de toda la familia , incluyendo el funcionamiento de los hermanos o hermanas, y puede aumentar el riesgo de que ellos tengan problemas emocionales, de comportamiento o académicos.
La Dra. Tiffany Torigoe-Lai y el Dr. Eric Proffitt, psicólogos pediátricos de CHOC, comparten más información sobre cómo los niños y adolescentes pueden experimentar y afrontar el diagnóstico de cáncer de un hermano o hermana y cómo los padres pueden ayudar a apoyar el funcionamiento emocional de sus hijos.
Cómo puede un diagnóstico de cáncer afectar a un hermano o hermana
Un niño o adolescente puede sentir muchas emociones mientras su hermano o hermana se somete al tratamiento contra el cáncer. En ocasiones, los hermanos de un niño o niña con cáncer pueden experimentar preocupación, tristeza o dolor por la salud y el pronóstico de su hermano o hermana, incluso si este o esta recibe un pronóstico muy positivo. Si bien es normal que algunas familias quieran evitar el tema de la muerte, es también completamente normal que los niños piensen en la muerte, incluida la preocupación por perder a un hermano o hermana a causa del cáncer; es natural que los niños y los adolescentes quieran hablar de la muerte.
Los hermanos también pueden tener dificultades por no recibir suficiente información médica sobre el diagnóstico y el tratamiento de su hermano o hermana, lo que puede hacer que sea difícil comprender completamente lo que le está ocurriendo a su cuerpo. Esto también puede hacer que sea difícil enfrentarse o responder a las preguntas de los compañeros o de otros adultos acerca de cómo se encuentra su hermano o hermana.
Es natural que los papeles de la familia cambien a medida que un niño o adolescente se somete al tratamiento contra el cáncer, debido al gran número de citas médicas, hospitalizaciones y cuidados que los padres y personas encargadas del cuidado deben prestarle en casa. En ocasiones, esto puede dar lugar a una disminución de la atención o supervisión de los padres hacia un hermano o hermana, a un cambio del papel del hermano o hermana dentro de la familia que provoque necesidades insatisfechas o parentalización, o a una mayor separación familiar y pérdida de las rutinas y actividades familiares.
Los sentimientos de tristeza, soledad, ira, celos, aislamiento, culpa e impotencia se pueden presentar y dar lugar a un aumento de la desregulación conductual y emocional en casa o en la escuela. Del mismo modo, algunos hermanos presentan conductas de oposición, retraimiento o aislamiento social, menor disfrute o interés en actividades que antes les encantaban y menor rendimiento académico como resultado del impacto en el funcionamiento familiar durante el tratamiento contra el cáncer.
Cómo apoyar a los hermanos de un niño o adolescente con cáncer
La Dra. Torigoe-Lai y el Dr. Proffitt les ofrecen los siguientes consejos a los padres y personas encargadas del cuidado de los menores para ayudar a sus hijos y adolescentes mientras su hermano o hermana se somete al tratamiento contra el cáncer:
- Hable con ellos
- Involucre a los niños y adolescentes en conversaciones sinceras y abiertas sobre el diagnóstico y el curso del tratamiento de su hermano o hermana utilizando un lenguaje apropiado para su desarrollo.
- Ayude a aclarar posibles ideas erróneas sobre el cáncer, como por ejemplo si es contagioso o si todos los niños con cáncer mueren.
- Ayude a los niños y adolescentes a preparar respuestas para posibles preguntas o comentarios de compañeros, maestros o demás adultos en sus vidas.
- Libros útiles para hermanos de pacientes con cáncer
- When Your Brother or Sister Has Cancer: A Guide for Teens (Cuando tu hermano o hermana tiene cáncer: guía para adolescentes) del Instituto Nacional del Cáncer
- Oliver’s Story (La historia de Oliver) de Mike Dodd
- What About Me, When Brothers and Sisters Get Sick (Qué hay de mí, cuando los hermanos se enferman) de Allen Peterkin, MD
- What Happens When My Sibling Has Cancer: A Book for the Brothers and Sisters of Pediatric Cancer Patients (Qué pasa cuando mi hermano tiene cáncer: un libro para los hermanos y hermanas de pacientes pediátricos con cáncer) de Sara Olsher
- Mantenga las rutinas
- Ayude a mantener la vida lo más normal y rutinaria posible.
- Continúe con la asistencia regular a la escuela, las actividades extracurriculares y la convivencia con sus compañeros en la medida de lo posible.
- Permítales mostrar emociones difíciles
- Permita que los niños y adolescentes lloren y se enfaden por lo que está ocurriendo, ¡y demuéstreles cómo se siente usted también! Esto ayuda a normalizar los sentimientos intensos y hace que los niños se sientan seguridad para mostrárselos y hablar con usted cuando estos sentimientos se presenten.
- Considere la posibilidad de poner a los hermanos en contacto con servicios de apoyo, como un orientador escolar, terapia individual o grupos de apoyo para hermanos, para que puedan crear su propia comunidad de confianza y apoyo.
- Cree un momento especial
- Cree y mantenga un tiempo individual con su hijo o hija participando en una actividad de su elección durante al menos 10 ó 15 minutos al día; por ejemplo:
- Dar un paseo o ir a un parque/zona de juegos.
- Ir a un restaurante favorito.
- Jugar un juego de mesa.
- Tomar café juntos.
- Leer juntos un libro/cuento.
- Pasar tiempo creando algo/dibujando/haciendo manualidades.
- Haga intentos de apoyar con y asistir a sus actividades extracurriculares, como ir a partidos deportivos o conciertos, siempre que sea posible.
- Ayude a fomentar la relación entre hermanos al ofrecer y apoyar con oportunidades para jugar y hacer actividades juntos fuera del entorno médico, como por ejemplo crear juntos una rutina de regreso a casa del hospital.
- Cree y mantenga un tiempo individual con su hijo o hija participando en una actividad de su elección durante al menos 10 ó 15 minutos al día; por ejemplo:
- Pídale y acepte ayuda de los demás
- Recurra a su sistema de apoyo social para ayudar a su hijo o hija a mantener sus rutinas y actividades, como ayuda con el transporte y la supervisión.
- Póngase en contacto con la escuela de su hijo o hija para monitorear en caso de posibles dificultades académicas y compartir con la escuela el contexto de dichas dificultades.
- Ayude a su hijo o hija a identificar personas seguras y de apoyo en su vida.
- Si le preocupa cómo afronta la situación su hijo o hija, pídale a su equipo médico o a su trabajador social que lo remita a o le de información sobre programas de apoyo y terapias.
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